martes, 24 de noviembre de 2009

LA LECTURA

La lectura, junto con la escritura, la expresivo oral y el pensamiento lógico matemático, se reconocen como habilidades que informan, comunican y abstraen los fenómenos de la existencia humana y del mundo, y desde las cuales se genera la posibilidad de conocimiento para explicar, reconstruir o transformar la realidad, en cualquier campo.

Pero también estas habilidades son condiciones básicas para ejercer plenamente el derecho a la educación, consagrado en los artículos 44, 67, 68, 70, y 95 de la constitución política de Colombia y, además, fueron declaradas en la conferencia mundial sobre educación para todos como necesarias para que los seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentales y continuar aprendiendo.

De las anteriores habilidades, la lectura juega un papel fundamental ya que permite el desarrollo de las restantes y se ha convertido no solo en una realización intelectual individual, sino también en un bien colectivo, indispensable para el desarrollo económico y social.
Por ejemplo, en las sociedades industrializadas la capacidad de leer y escribir ha dejado de ser un privilegio y se ha convertido en una necesidad fundamental de desarrollo socioeconómico.

Pero, a su vez, la lectura permite el acceso a la información. La información se relaciona de manera ostensible con las demandas y situaciones que condicionan la vida del hombre contemporáneo frente a los cambios sociales, políticos y económicos; a los avances científicos y tecnológicos y a la vida comunitaria misma.

La biblioteca pública, al permitir el acceso libre y gratuito a la información, ofrece grandes posibilidades y se constituye en uno de los mejores medios para hacer efectivos los derechos a la educación permanente y a la cultura, consagrados en la constitución.

De allí la razón de ser de la biblioteca pública, cuya misión social está dirigida al logro de dos objetivos básicos: fomentar y promover la lectura, y posibilitar el libre acceso de las personas a la información local, regional e internacional, que dé cuenta del quehacer humano y de las diferentes culturas.
Por ello, la promoción de la lectura de la biblioteca pública contemporánea, debe ser orientada a la formación y consolidación de los lectores críticos, autónomos, y universales. Lectores que descubran en el acto de la lectura la posibilidad de recrearse, crearse, construirse, transformarse y transformar su entorno, pues un lector integro y múltiple, accederá, no solo a la información producida por la humanidad en el transcurso del tiempo, sino además, reconocerá su propia información, la generada por su comunidad, y accederá a ella de manera autónoma, sin intermediarios, la comprenderá y lo que es más importante, sabrá qué hacer con ella, guiado por un mandato único : el de su propia consciencia.

El proceso lector:

Desde su nacimiento el niño hace lecturas (lectura natural), de todo lo que le rodea: los gestos, los objetos, el rostro de su madre, etc., todas estas lecturas le dan la posibilidad de comprender el mundo.

A medida que va creciendo, sigue leyendo el olor de las comidas, los corredores, los objetos dispuestos de diferentes maneras, con lo cual cada vez enriquece mas su mundo interior, permitiéndose, incluso, ratificar la comprensión que tiene del mundo y elaborar hipótesis en la medida que descubre, por ejemplo, que la disposición de ciertos objetos conlleva siempre al mismo resultado (cada vez que la mama trae hojas de bijao y hace tamales, llegan los abuelos a casa)

Muchos educadores no tienen en cuenta que “cundo el niño llega a la escuela, tiene una comprensión particular del mundo, que su proceso de lecto-escritura se inicia mucho antes de ingresar a esta ya que tiene múltiples experiencias con el lenguaje escrito, precozmente identifica carteles, marcas comerciales, etc., y ha iniciado sus primeros garabatos y expresiones graficas espontáneas y al ingresar a la escuela, en la mayoría de los casos, este proceso espontáneo se pierde y debe adecuarse a una enseñanza sistemática, con decisivas consecuencias en su desarrollo y resultados”. (Guillermo García).


Método tradicional de enseñanza de la lectura:

El método tradicional de enseñanza de la lectura y la escritura utilizado en nuestro medio, ha sido el fonético o fónico, método basado en la asociación del sonido con la letra. El aprendizaje comienza con las letras; con estas se forman silabas, se continua con la formación de palabras, frasees y oraciones y se finaliza en la significación. De esta manera, la significación es un resultado eventual del proceso y no su razón de ser. Con este método la lectura se convierte en un proceso de decodificación y no en un instrumento de comunicación.

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